Ahora que medio mundo comienza lentamente a regresar a la rutina, nosotros nos vamos de vacaciones. No nos vamos lejos, ni mucho tiempo, pero nos vamos con muchas ganas, tanto por el lugar (la Dordogne) que tenemos muchas ganas de conocer, como por la compañia, unos muy buenos amigos que hace ya demasiado tiempo que no vemos. En la Dordogne espero encontrar cosas ricas, paisaje rural francés, un poco de historia, buena compañia y tranquilidad. Me han contado que es tierra de castillos espectaculares, buen vino y mejor foie. La cosa promete…
Así que entre lavadoras, listas, maletas, compras, preparativos, mucho desorden y bastante mala organización, se ha colado esta leche de almendras, rica y muy fácil de hacer. Al igual que la horchata, es una bebida fresquita, estupenda para las meriendas veraniegas. Una receta sprint, perfecta para las vacaciones.
Como ocurre con muchas recetas, lo bueno que tiene hacer tu propia leche de almendras en casa es, aparte de una diferencia muy notable de sabor, que le hechas únicamente lo que tú quieres: almendras, agua, una pizca de sal, si quieres algún endulzante y si te apetece, cacao, canela, vainilla…
Yo prefiero tomarla muy fría, pero no necesita refrigeración por lo que es una bebida estupenda para llevar a un picnic o de camping. De hecho, me ha sorprendido leer que la leche de almendras ya se utilizaba como sustitución de la leche de vaca en la edad media por falta de métodos de refrigeración.
TIEMPO DE ELABORACIÓN
10 minutos
INGREDIENTES
- 300 gr almendras
- una pizca de sal
- 800 ml – 1 l de agua (dependerá de lo espesa que te guste la leche de almendras)
- sirope de arce
UTENSILIOS
- Procesador de alimentos
- Paño de muselina y/o colador
- Recipiente amplio
- Botella
- Embudo
ELABORACIÓN
- Comienza poniendo a remojo las almendras en el agua durante toda la noche.
- Al día siguiente, tritura las almendras junto con el agua y la sal en un procesador de alimentos.
- Coloca un colador sobre un recipiente amplio. Si vas a utilizar el paño de muselina, colócalo sobre el colador.
- Vierte la mezcla de almendras y agua sobre el paño y/o el colador. Envuelve y estruja la mezcla de almendras hasta que no quede líquido.
- Vierte la leche en una botella con la ayuda de un embudo, añade sirope de arce al gusto y métela en la nevera hasta que esté bien fría.
NOTAS
- Hace poco descubrí que las almendras son un antiácido estupendo para combatir el ardor de estómago. Basta con comer 3 o 4 almendras después de las comidas para notar mejoría.
- No tires los restos de almendras trituradas. Simplemente, espárcelas sobre una bandeja de horno cubierta por papel de hornear y sécalas en el horno a muy baja temperatura durante 1 – 2 horas. Al acabar tendrás almendra molida, ideal para postres o bizcochos como éste de naranja, almendras y polenta.
- Puedes variar la cantidad de agua según tu gusto. La leche de almendra que venden en el supermercado, suele ser muy espesa y calórica. Con esta receta sale una leche bastante más ligera.
- Si no sabes donde comprar el paño de muselina, lo puedes encontrar en Amazon, no cuesta mucho dinero y podrás utilizarlo para hacer mermeladas, queso o para hacer saquitos de hierbas para añadir a tus guisos (bouquet garni). Tambien lo puedes encontrar bajo el nombre tela de quesero, cheesecloth o butter muslin. Aquí tienes un ejemplo.
PD: Si quieres acompañarme en mi viaje por la Dordoña, puedes hacerlo a través de Instagram. A los demás, me despido hasta la vuelta.
FUENTE: Otro blog australiano-neocelandés que no te puedes perder por sus recetas diferentes y sus espectaculares fotos: My Darling Lemon Thyme
[…] La almendra molida utilizada en esta receta es la resultante de moler y secar las almendras que utilicé para hacer esta leche de almendras. […]